Por Ana De Luis Otero.- Científicos del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas junto con otros de las Universidades Nelson
Mandela y Northwest de Sudáfrica, y el Instituto Catalán de
Investigación del Agua, han observado en un estudio realizado a
delfines, los altos niveles de plastificantes organofosforados en
varios tejidos.
El estudio que ha sido publicado en la revista
Chemosphere explica cómo estos se empezaron a utilizar en los años 60 y
su uso aumentó cuatro décadas más tarde, cuando se propusieron como
alternativa a los polibromodifenil éteres (PBDEs), otros retardantes de
llama que fueron prohibidos por la Convención de Estocolmo en el año
2009 por su toxicidad. En otros estudios se muestran que los compuestos
organofosforados pueden causar daños neurológicos, disrupción
endocrina, cáncer y problemas de fertilidad.
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